Pu Erh, el té añejo
Es un té excepcional, con mucha historia pero con pocos detalles de su forma de producción, esto casi un secreto. Es una denominación de origen, su nombre refiere a la zona de China donde nació este tipo de té. Un buen Pu Erh se puede apreciar por su tiempo de añejamiento (fermentación). Su sabor es amaderado, ahumado, terroso y astringente.
En el proceso de oxidación a diferencia del oolong o del té negro intervienen otros factores: hongos, bacterias, condiciones ambientales que se suman al proceso oxidativo propio de la hoja. Este desarrollo es lento y es lo que define su calidad. Se preparan “tortas” o “pastillas” con las hebras compactadas y envueltas en papel de seda, luego se almacenan en vasijas especiales de arcilla. Pueden pasar muchas décadas que cotizan este apreciado té y lo convierten en un producto de lujo.
Sus propiedades son muy valiosas para la salud en la medicina china, ayuda a bajar el colesterol y a adelgazar.