El té helado tiene su historia
Para muchos de nosotros tomar bebidas con hielo, es lo más habitual para refrescarnos cuando suben las temperaturas. Pero evidentemente, esta es una práctica relativamente moderna, ya que las primeras heladeras domésticas cuentan con poco más de 150 años de historia.
La historia del Té helado o Ice Tea tiene su origen en Norteamérica, donde el té ha sido el protagonista de varios acontecimientos históricos. Encontramos referencias de esta forma de preparar el té desde principios del siglo XIX. Estas primeras recetas utilizaban como base el té verde, que en aquella época era el más habitual, preparado muy concentrado para que resultará muy intenso. Estaba muy extendida la costumbre de añadirle alguna bebida alcohólica y transformarlo en un ponche (punch). El más conocido es el Regent’s Punch, que debe su nombre al príncipe regente inglés George IV.
El punto de inflexión más importante para esta bebida se produjo en la Feria Mundial de St. Louis de 1904. A Richard Blenchyden, comerciante que ofrecía Té de la India en su stand, se le atribuye la “invención” del Ice Tea. Debido al intenso calor, no estaba vendiendo al ritmo que esperaba. Se le ocurrió servir el té con Hielo y el éxito fue inmediato.
Pero la popularidad del Té helado empezó mucho antes en los hogares de Carolina del Sur; la receta impresa más antigua que se conoce aparece en el libro “Tyree’s Housekeepings in Old Virginia”, escrito por Marion Campbell y publicado en 1878. La “técnica” no ha variado mucho desde entonces. Solo se trata de infusionar, endulzar y enfriar el té, perfumando con unas rodajas de limón.